miércoles, 25 de febrero de 2015

Whitby!

Hola!
Espero que estéis llevando bien el frío que estos días se ha apoderado de nosotros. Entiendo que estamos en invierno, en pleno invierno, pero a pesar de ello yo, que soy una friolera empedernida, que siempre llega tarde, que corre y que día a día se adentra en las profundas corrientes de aire caliente del transporte público, no lo lleva bien por el riesgo de catarro.

Aun así la calle es mía. No hay nada que me impida pasear, callejear y descubrir nuevos sitios. Eso sí, reconozco y de nuevo hago que quede por escrito para que nada pueda hacer que lo niegue, que me cuesta salir de mi zona de confort y que con nuevos sitios me podría estar refiriendo al bar de la esquina que acaban de reformar. Quizás esto queda exagerado, pero lo cierto es que me siento incomprendida cuando defiendo que “el barrio” también es capaz de sorprendernos. 

Hace unos días saliendo del trabajo como alma que se la lleva el diablo, pasé por un sitio que nunca había visto a pesar de que siempre ha estado. Al principio lo identifiqué como el típico "afterwork" en el que la gente sabe más de ginebras que yo de infusiones. Pero un día divisé algo de color entre tanto gris marengo, y en cuanto pude, organicé con mis amigas un plan "a un sitio chulo del centro" para ver qué se cocía...o exprimía allí.



Y así llegamos al Whitby, un lugar diferente, de diseño sobrio pero elegante, con un toque moderno y un rollo de esos que ahora tiene tanto tirón. Opción de picar, tomar una cerveza con un aperitivo o degustar un gin tonic bien preparado. Pero yo quería probar uno de esos zumos que en un momento de carrera había visto  tras el cristal. Y creo que mereció la pena! La carta es atrayente y los precios por lo menos no te hacen huir. 

Me decanté por el antioxidante, de mango, papaya y piña. El mango es una de las frutas con más propiedades antioxidantes por su riqueza de ácidos (málico, palmítico, p-cumárico, etc), vitamina C y especialmente por su alto contenido en vitamina A. Es capaz de aumentar las defensas del organismo y neutralizar los radicales libres formados por la oxidación, el humo o la contaminación. 
En definitiva, me encantó. Creo que fue la que mejor eligió porque el "anti-todo" (el de frutos rojos) era más ácido. Probadlos! Además son fáciles de hacer en casa. Yo os dejo la foto de la carta bien grande para que os quedéis con la copla ;)

Hoy acabo como he empezado, reivindicando la calle y las calles. Dejad que vuestras piernas os paseen por ellas y descubrid. 

Mucha salud, 
Laura. 

♥♥♥


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Hola, deja tu comentario!