Stop!

Hola!

Hay semanas en las que los días pasan sin que apenas nos demos cuenta y en cambio otras parece que tuvieran dos días de más. Menos mal que sólo lo parece porque cuando la gente comenta que le faltan horas del día y días de la semana, pienso que lo mejor es organizarse con los que hay. Y es que  llenamos los dias de tareas, muchas veces superpuestas entre ellas, y nos obligamos a andar de un sitio para otro, sin darnos tregua, para dejar todo hecho. Este ritmo pone en funcionamiento una maquinita cuyo único fin es que nos carguemos de estrés y acabemos agotados y en muchos casos bloqueados. Quién no ha llegado alguna vez a la cama sabiendo que ha trabajado y ha hecho esas 12 tareas extra, sin sentirse lo suficientemente satisfecho como para relajarse! 

No le debemos echar la culpa ni a la "sociedad actual", ni a la velocidad con la que el reloj marca las horas. Nosotros somos los únicos responsables de la manera en la que afrontamos nuestros días, nuestra vida. No dejemos que el bullicio nos arrastre! 

Ya sé que esta charleta puede sonar a lo de siempre, pero sí, yo he sido una de tantas que ha intentado abrir las puertas prensadas del metro después de bajar las escaleras mecánicas de tres en tres y elevado a categoría de catástrofe nacional estar atrapada por el tiempo de espera en un andén que en ningún caso me brinda la opción de solucionar alguno de mis pendientes: 3 MINUTOS.

Y como reza un antiguo refrán, "de la necesidad nace el consejo", y mi consejo de hoy es que, llegados a este punto, hay que parar! parar y pensar, parar y respirar y escucharnos respirar y darle alivio al cuerpo y también a la mente. No cultivemos preocupaciones irracionales. Debemos relativizar y priorizar las cosas por orden de importancia. Soltar lastres que nos permitan ir ligeros y fluír. 

Mucha Salud, 
Laura. 

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